viernes, 21 de octubre de 2011

ahora

Necesito que me hagas erizar la piel
y
solo brotes de lágrimas en mis ojos,
agustia,
ausencia de aire.
Es,
lo que estás dispuesto a ofrecer.

Respirar es privilegio ajeno.


Te oigo. Estás a menos de treinta metros de mí.
Te escucho, podría olerte. Sentirme derretir.

Pasará un año.
Tic, tac,.

El tiempo que mi mente dedica a odiarte, amarte, imaginarte no cesa de incrementar.

Inyectas veneno en mi cuerpo.

Paralizas mi comportamiento.

Reacciono ante tí como un animal luchando por sobrevivir.

¿qué me dirias si supieses todo esto?

Para conciliar el sueño necesito viajar a tu cama y recordar la presión que ejercías sobre mi cuerpo contra tu cochón.

Y tu olor


mientras tanto, muero.